La documentación, el inicio de la investigación culinaria

En un mundo donde cada vez más personas se interesan por documentar la riqueza culinaria de México, es urgente trazar una línea entre quienes registran el momento tomando fotos con un celular, y quienes, con método, análisis y compromiso, generan conocimiento gastronómico. El siguiente artículo titulado “Documentar no es investigar”, elaborado por un grupo de académicos y profesionales del área, encabezado por el chef investigador Eduardo Plascencia, desmonta mitos comunes y expone de forma clara, argumentada y apasionada, la importancia de reconocer a quienes han elevado la cocina mexicana a un campo académico serio, como Josefina Velázquez de León y Ricardo Muñoz Zurita. En Vatel Magazine creemos que dar valor a la gastronomía también implica entender sus procesos de conocimiento, y este artículo es un punto de partida para hacerlo. DOCUMENTAR NO ES INVESTIGAR Por Eduardo Plascencia Mendoza. Coautoría y revisión: Salvador Omar Espino Manzano, Carlos Isac Rivas Vela, Williams Isaí García Mora. La investigación gastronómica es una actividad relativamente nueva que puede reconocerse como una ampliación de la gastronomía en tanto disciplina universitaria. Esta disciplina estructura la forma en que los gastrónomos en formación —o ya insertos en el ámbito profesional— pueden generar conocimiento científicamente fundamentado. Se trata de una adaptación entre el método científico clásico y elementos metodológicos provenientes de las ciencias sociales, naturales e incluso administrativas (cf. Plascencia et al., 2024). Si bien investigar en gastronomía es una actividad que apenas en años recientes ha sido incorporada formalmente al currículo profesional, sus bases pueden rastrearse en los recorridos de campo, registros documentales y entrevistas realizados por cocineras y cocineros desde hace aproximadamente 75 años. Estas prácticas derivaron en una diversidad de recetarios y, posteriormente, en ordenamientos académicos incipientes y canónicos. Un caso emblemático es el de Josefina Velázquez de León, quien realizó recorridos de campo por distintas regiones de México, lo que dio como resultado el registro de centenares de recetas. Gracias a un incansable espíritu académico, utilizó esos datos para construir las primeras teorías sobre las regiones culinarias del país, publicadas en obras que hasta la fecha constituyen lecturas obligadas. Esos primeros esbozos científicos serían los cimientos para la construcción del Larousse de la Cocina Mexicana, elaborado por Alicia Gironella y Giorgio D’Angelli a finales de los años ochenta del siglo XX. Años más tarde, los diez años de trabajo de campo realizados por Ricardo Muñoz Zurita dieron lugar a otra obra fundamental para la academización de la gastronomía mexicana: el Diccionario enciclopédico de la gastronomía mexicana, un documento que organiza alfabéticamente el conocimiento que el autor acumuló a lo largo de su extensa investigación de campo. ¿Son entonces estas obras las únicas que pueden considerarse como investigación -y no solo documentación- gastronómica? Evidentemente no, ya que existe un sinnúmero de publicaciones provenientes de la antropología, la historia, la etnografía, la química y las ciencias de los alimentos que nutren y expanden las fronteras del conocimiento gastronómico. Sin embargo, estas obras poseen una importancia particular al haber sido realizadas por cocineras y cocineros desde el ámbito culinario, con un enfoque dirigido al uso en cocina. El estudio, comprensión, análisis y ampliación de estos trabajos contribuyen de manera decisiva a la consolidación de la gastronomía como ciencia. Si bien muchas personas pueden dedicarse al registro, documentación y divulgación del conocimiento culinario, son pocas las que realmente pueden ostentar el carácter de investigación formal, ya que esta requiere una gran inversión de recursos, tiempo y dinero, así como capacidad intelectual para desarrollar obras que amplíen las formas en que se comprende la disciplina. Sin duda, las figuras mencionadas cumplen con los atributos que distinguen a quienes se dedican de forma rigurosa a la investigación. “Documentar es como coleccionar piedras; investigar es tallarlas para revelar su estructura interna” (Eco, 2015, p. 89). Mientras que documentar puede considerarse como el inicio del proceso investigativo —para contar con una base de información sólida sobre la cual trabajar—, corresponde a la investigación formal formular preguntas, analizar, criticar y confrontar tanto lo dicho como lo no dicho. Investigar no se limita a recorrer un mercado, tomar fotografías o grabar videos de alta calidad para ser difundidos en redes sociales mediante infografías o reels; implica también contextualizar y cuestionar la realidad existente, y usar toda esa información para la generación de conocimiento y su posterior aplicación gastronómica en forma de técnicas nuevas o mejora de las existentes, uso adecuado y responsable de ingredientes y productos, reflexión sobre los usos y costumbres culinarias para su preservación, y un largo etcétera. La investigación gastronómica requiere, por ejemplo, asistir con una cocinera tradicional no solo para fotografiarla y posteriormente folklorizarla, sino para adentrarse en sus formas de pensamiento, en sus saberes heredados y transformados, en las técnicas recibidas de sus predecesoras y en cómo estas han sido adaptadas o perfeccionadas por necesidad. En darle voz, reconocimiento y justicia epistémica a los y las portadoras del saber vivo. Documentar puede hacerlo cualquiera; investigar, solo quienes se comprometen en cuerpo y alma con la ciencia como ruta y como destino. Con el propósito de establecer una distinción clara entre dos prácticas frecuentemente asociadas, pero epistemológicamente distintas dentro del campo de estudio de la gastronomía, a continuación se presenta una tabla comparativa entre la documentación y la investigación. La tabla resume los principales criterios que permiten contrastar ambas actividades, destacando sus objetivos, procesos, resultados y aplicaciones concretas en el ámbito gastronómico. En ese sentido es importante realizar una serie de cuestionamientos continuos de lo que está haciendo en términos de investigación gastronómica, qué es lo que se quiere lograr y hasta dónde se quiere llegar, desde términos operativos de un espacio hasta la preservación y difusión de una técnica, se debe de tener claro que es lo quede desea comprender o la duda que se quiere resolver con objetividad, crítica y responsabilidad. En estricto sentido, se tiene que consultar fuentes, experimentar y analizar cada uno de los datos obtenidos para poder llegar a una conclusión útil y, por rememorar a Karl Popper, seguir una metodología científica que nos haga

OTTO: el omakase que redefine la alta cocina japonesa en CDMX

Redacción Vatel Magazine Información y fotos de Culinaria Mexicana En la cima de Casa Hotbook se ubica OTTO, el nuevo restaurante de Urban Group que redefine la experiencia del omakase con una propuesta refinada, íntima y sensorial. Con tan solo nueve asientos en su barra principal, este lugar no busca complacer a multitudes, sino ofrecer una experiencia personalizada, guiada por el Itamae -título reservado para los maestros susheros en Japón-. con platos elaborados con mucha técnica para llevar a los comensales al punto de la emoción. Urban Group, el grupo restaurantero responsable de conceptos como Tori Tori y Ladurée, ahora ofrece una visión más introspectiva de la gastronomía japonesa, al honrar el principio del omakase, esa tradición culinaria que confía plenamente en el chef para decidir qué se sirve, cómo y cuándo, según el momento y la calidad del producto. La experiencia gastronómica en OTTO se puede vivir de tres formas: OTTO Omakase, un ritual de nueve tiempos que en dos horas despliega 23 creaciones distintas; Nigiri Omakase, que incluye una entrada, cinco nigiris y dos conos especiales; y Nigiri Omakase Derakussu, con una entrada, seis nigiris y dos conos. Los precios oscilan entre los $950 y $2,300 por persona, dependiendo de la experiencia elegida. El menú a la carta se sirve en el área exterior del restaurante, donde hay cuatro mesas disponibles para quienes prefieren un ritmo más relajado. En ambas opciones, la cocina se entrega con la misma atención al detalle, sopa miso, edamames, ostiones, ensaladas de alga, sashimis, conos y una excelsa variedad de más de 20 nigiris elaborados con ingredientes de alta calidad. Cada bocado en este restaurante es un homenaje al producto que nos llega al plato, como toro trufa, hamachi, kampachi, callo de hacha, wagyu, anguila, aleta azul y erizo, que son algunos ejemplos de lo que llega desde Japón o desde Ensenada, y de la pesca nacional que es cien por ciento sustentable. La propuesta líquida no se queda atrás. OTTO cuenta con una selección minuciosa de sakes provenientes de regiones como Niigata, Yamaguchi, Hyogo, Fukuji e Iwata, además de vinos, destilados, cervezas y cocteles. También se puede solicitar un maridaje especial que incluye un coctel, cinco copas de sake y un digestivo japonés. Más que un nuevo hotspot, OTTO se perfila como un santuario de contemplación culinaria, como un espacio donde el tiempo se detiene frente a la técnica depurada y el respeto absoluto por el ingrediente.

Limosneros, un menú que late al ritmo del maíz y de las manos que lo cultivan

En el centro histórico de la Ciudad de México, Limosneros nos recuerda que la cocina mexicana todavía tiene muchos secretos por descubrir, y este es el caso de este restaurante, donde cada plato se hace desde la milpa y termina en la mesa. Todo comienza en Omé, el huerto donde se cultivan sus vegetales para que las manos del chef Atzin Santos, cada temporada, cree un menú que honra la tradición con técnica contemporánea. El menú del chef comienza con un abrebocas que son tres impactos al paladar: tres pequeñas porciones que despiertan las papilas y las prepara para algo más intenso. Todo comienza con una tarta de jitomate nixtamalizado y atún, espolvoreada con semilla de mostaza encurtida. Su acidez es controlada y su textura crujiente. Le sigue la Croqueta de tasajo, un bocado de maíz y res que resulta muy agradable al gusto, y finalmente una mini tostada de frijol, chintextle y sikil pak con langostinos de río y acociles. Frescura en clave líquida El Aguachile de tejuino combina callo de hacha, tejuino de jamaica, chile chiltepín, piel de coco y flores. La percepción oscila entre fermento, picor y notas lácteas de coco, como un sorbete salino que refresca sin empalagar. Un Corazón de maíz y crianza El “Foagrá” de pueblo sorprende… hígado de pato de libre pastoreo de Jiutepec, con maíz camagua, flores de saúco y xoconostle. Engrasa el paladar con elegancia ácida. Taco de maitake confitado sobre pipián de mastuerzo, tortilla nixtamalizada y ajo frito. Un guiño vegetal al taco callejero. Mextlapique de totoaba envuelta en alga kombu, pipián de chilacayote y ensalada de nopales: mar y tierra equilibrados por la clorofila. Mazorca de cuitlacoche con queso Cotija: lectura densa del hongo y la leche añeja. Dinita de cachete de res en estofado con salsa borracha. Excelente suavidad que pide tortilla al centro. Pato añejado 21 días con puré de cebolla tatemada, coliflor y jus de pato: carne firme, grasa concentrada y humo ligero. Cierre fenomenal Noche de Verano reúne bizcocho de almendra, maracuyá, plátano caramelizado, cremoso de chocolate oaxaqueño y pitaya fresca. La fruta tropical limpia la memoria grasa y deja dulzor moderado. Este menú demuestra que la vanguardia no necesita ser estridente. En Limosneros, la técnica contemporánea sólo existe para amplificar la voz del ingrediente mexicano; lo demás, como la decoración superflua o el adjetivo redundante, no tiene cabida en sus platos.

Adentrarse en la excelencia, una experiencia culinaria en Le Cordon Bleu México

Araceli Calva Cocinar va más allá de seguir recetas, es comprender técnicas, dominar procesos y dejar que el conocimiento se transforme en arte y, bajo esta premisa, Le Cordon Bleu México, la reconocida institución de formación en artes culinarias y gestión hotelera, abrió sus puertas a un grupo de comunicadores gastronómicos para vivir una jornada muy especial en sus aulas, donde el rigor académico y la pasión por la cocina conviven cada día.En esta experiencia, los participantes se sumergieron en una clase demostrativa y práctica, guiada por el chef Laprune, Chef Instructor de Pastelería, quien compartió los secretos del templado del chocolate y la elaboración artesanal de trufas. La actividad se llevó a cabo con chocolate de República del Cacao, un ingrediente de calidad excepcional que permitió comprender no solo la técnica, sino también el valor del origen y la materia prima. La chef Iliana Gómez, por su parte, explicó la metodología única de enseñanza en Le Cordon Bleu, basada en el modelo Demo-Práctica: los estudiantes observan primero a los chefs en acción, absorbiendo conocimientos visuales y sensoriales, para después replicar las técnicas con acompañamiento experto. Esta metodología permite una comprensión profunda y una ejecución impecable, que forma cocineros profesionales con altos estándares internacionales. Desde hace más de 25 años, Le Cordon Bleu mantiene una alianza con la Universidad Anáhuac México, formando a generaciones de chefs, gerentes y líderes del sector turístico y gastronómico. En 2024, esta alianza se renovó con la inauguración de nuevas instalaciones en el campus Norte, equipadas con tecnología de vanguardia y bajo un modelo de cero emisiones, reafirmando su compromiso con la sustentabilidad y la innovación educativa. Uno de sus programas más emblemáticos es Le Grand Diplôme, exclusivo en México, que integra el Diplomado de Cocina y el Diplomado de Pastelería en un plan intensivo que prepara a profesionales en tiempo récord. Este enfoque combina las técnicas francesas más reconocidas con la riqueza cultural y culinaria de México, permitiendo a los estudiantes desarrollar una visión global con raíces locales. Le Cordon Bleu no es solo una escuela: es un espacio donde la técnica se convierte en experiencia, y donde el conocimiento se transforma en futuro. Para quienes buscan una formación de clase mundial en gastronomía, esta experiencia fue una muestra del alto nivel, el profesionalismo y la inspiración que definen cada rincón de su cocina.

El Rescate del Pixtle en la Sierra Norte de Puebla

En un contexto donde la identidad cultural se debate entre la resistencia y la homogeneización, este texto, escrito por Lalo Plascencia en coautoría con Salvador Omar Espino Manzano, reflexiona sobre el valor del conocimiento gastronómico como herramienta de preservación. A través del caso del pixtle, ingrediente ancestral elaborado con la semilla del zapote mamey, y su rescate en la Sierra Norte de Puebla, los autores evidencian cómo la crítica, la ciencia y la tradición pueden converger para mantener viva una herencia que, sin intervención, podría desvanecerse. Esta es la historia de una lucha silenciosa por el sabor, la memoria y la dignidad cultural. CRITICAR Y PRESERVAR Por Lalo Plascencia Coautoría y revisión: Salvador Omar Espino Manzano En los tiempos que corren, la identidad es simultáneamente una daga de Damocles y un instrumento de defensa personal. Es un rasgo vivo, en permanente movimiento, que puede unir o diferenciar grupos, consolidar realidades individuales y hasta desarrollar discursos de resistencia frente al abuso de poder. Estos discursos se sostienen en la autorreflexión crítica de los hilos finos que nos constituyen frente a otras comunidades (cf. Bak-Geller Corona, 2019). La identidad se construye a partir de elementos personales que, al entrelazarse, determinan la memoria colectiva en un círculo virtuoso que trasciende generaciones. Son imágenes, recuerdos, sabores, aromas y bocados que permiten al individuo constituirse como unidad mínima social a partir de lo que se prueba y de aquello intangible que lo rodea (cf. Bourdieu, 2012). Son idiosincrasias comestibles: maneras de conectarse con un espíritu común que da sentido a lo propio, lo ajeno y lo familiar. Somos seres sociales constituidos por esencias que no nos pertenecen de origen, pero que, en el ejercicio continuo, nos apropiamos, adaptamos a nuestros tiempos y transmitimos con los cambios necesarios para que la siguiente generación les dé continuidad. Mientras que para la industria de alimentos y bebidas —esa entidad capitalista de la que todos somos cómplices— la identidad es un elemento humano con efectos homogenizantes (Ritzer, 2004), para ciertos grupos es un recurso de resistencia que se expresa en la cocina tradicional. Sin procesos de investigación conscientes y oportunos, muchos de sus ingredientes están condenados al olvido. Tal es el caso del pixtle (ingrediente a base de semilla de zapote mamey), con raíces prehispánicas y delicadas formas de preparación que aún sobreviven en Xicotepec de Juárez, uno de los enclaves más relevantes de la compleja Sierra Norte de Puebla. La maestra cocinera Celia Barrios y el doctor Salvador Espino, también cocinero por vocación, unieron esfuerzos desde el conocimiento culinario tradicional y las ciencias universitarias para reconocer en el pixtle una fuente inagotable de identidad cultural regional. Así confirmaron que la investigación gastronómica puede ser una herramienta efectiva para la preservación de rasgos identitarios profundos (cf. Espino & Barrios, 2025). El punto de partida de su investigación fue un análisis crítico y científico de las condiciones actuales del pixtle en la región: sus usos, el olvido o desdén de muchos habitantes, la desconexión intergeneracional, las problemáticas agrícolas y técnicas que lo rodean, y la escasa presencia que tiene hoy dentro del saber culinario local. A través del Método CIG de investigación gastronómica, que incluye mediciones de tiempo, tamaño y temperatura, lograron documentar con precisión el proceso de las semillas del zapote mamey, para generar una técnica academizada que cualquier persona pueda replicar, o aplicar libremente en nuevas creaciones culinarias. Los resultados serán publicados próximamente por la cocinera y el chef-investigador. El proceso fue largo: documentación, entrevistas, registros académicos, hipótesis y experimentación en laboratorio. Sin embargo, el 14 de junio de 2025 recibieron un reconocimiento oficial por parte de la alcaldía de Xicotepec como investigadores, defensores y promotores de este bien cultural local. Resulta difícil comprender la indiferencia —o acaso la insensibilidad— de las autoridades gubernamentales que, sin importar su nivel jerárquico o burocrático, siempre encuentran una nueva forma de dilatar, entorpecer, estorbar, obstaculizar o incluso negar el reconocimiento a quienes emprenden, con recursos propios, tareas que por naturaleza le corresponden al Estado. Si no fuera por esfuerzos privados, no necesariamente millonarios ni institucionalizados, muchos de los elementos que hoy consideramos patrimonio mexicano serían apenas anécdotas. Para algunos gobernantes, y también ciertos actores de la industria gastronómica, la foto resulta más relevante que la acción. Pero ni siquiera en eso logran facilitar el camino a quienes sí merecen el crédito. ¿Estupidez natural o torpeza política? Por ahora, sigamos comprometidos con la investigación como forma de preservación. Gracias a esta investigación, el pixtle vivirá muchos años más, pero queda mucho por hacer. ReferenciasBak-Geller Corona, S. (2019). Recetas de cocina, cuerpo y autonomía indígena: El caso de Mezcala,Jalisco, México. Revista de Estudios Sociales, (70), 2–15. https://doi.org/10.7440/res70.2019.01Bourdieu, P. (2012). La distinción: Criterio y bases sociales del gusto. Taurus.Espino, S. & Barrios, C. (2025, 16 de junio). Celia Barrios y el pixtle, herencia, fuego y sabor. VatelMagazine. https://vatelmagazine.com/celia-barrios-y-el-pixtle-herencia-fuego-y-sabor/Ritzer, G. (2004). The globalization of nothing. Pine Force Press. *Sobre Lalo Plascencia.Cocinero e investigador gastronómico mexicano, fundador (2026) y miembro Consejo Académico CIG(2024-2025). Miembro Emérito Vatel Club México (2010), miembro de la Académie Culinaire de France(2009) y miembro de la Academia Mexicana de Gastronomía (2022). Formador de 2,500 profesionalesen 15 años de carrera y más de 120 conferencias en México y el mundo.*Sobre Salvador Espino.Doctor en Ciencias de Alimentos y Salud Humana, investigador de la Universidad La Salle Bajío. Gestordel patrimonio cultural de México. Parte del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras (SNII)Nivel 1. Miembro Consejo Académico CIG (2024-2025). Miembro Vatel Club México (2025).

Francia condecora al chef Guy Santoro en emotiva ceremonia en México

En el marco de la 34ª ceremonia anual de la Académie Culinaire de France, celebrada en el hotel Presidente InterContinental, el gobierno francés distinguió al chef Guy Santoro con la medalla al Mérito por su destacada trayectoria profesional y su inquebrantable compromiso con la difusión de la gastronomía francesa en México. Araceli Calva En un acto significativo para la comunidad gastronómica binacional, el Chef Guy Santoro recibió de manos de la embajadora de Francia en México, Delphine Borione, la medalla de la Orden Nacional al Mérito, en una emotiva ceremonia que tuvo lugar en el hotel Presidente Intercontinental de la Ciudad de México. En su discurso, la embajadora Delphine Borione reconoció la labor del chef Santoro a lo largo de 25 años en México, su generosidad como formador de nuevas generaciones y su papel como puente cultural entre ambas naciones. Guy Santoro llegó a México hace 25 años y desde entonces su nombre ha quedado ligado a algunos de los restaurantes y hoteles más reconocidos del país. Fue presidente de la delegación mexicana de la Académie Culinaire de France desde 2009, cargo que ahora entrega al chef Stephan Thomas, quien también arribó a México hace 25 años, como parte del equipo de Santoro, para ocupar el puesto de sous chef del entonces recién inaugurado Au Pied de Cochon. Durante la ceremonia, Santoro agradeció el reconocimiento con un breve discurso: “Quiero mencionar que si algo me trajo hasta aquí fue el compromiso, el trabajo en equipo y la fraternidad, valores que me fueron inculcados desde la infancia en el sureste de Francia, en Dordogne, donde nací y crecí, donde están mis raíces. Mi familia es de Bergerac, donde además de recibir afecto y amor de familia, también me abrieron el camino, por mis hermanos y yo tuvimos que hacer trabajo agrícola en perfecta cooperación para realizar las diferentes tareas, y estos valores me han conducido al aprendizaje académico y profesional”, sostuvo el chef, quien momentos antes de recibir ir esta distinción, pasó el relevo presidencial de la Académie Culinaire de France al chef Stephan Thomas, quien ha seguido una trayectoria paralela a la de Santoro: ambos forjaron sus carreras en México, ambos se han consolidado como figuras clave en la promoción del oficio culinario, y ambos representan una generación de cocineros franceses que encontraron en este país una segunda patria y un terreno fértil para crecer. Más allá de los reconocimientos formales, la cena fue una celebración del oficio, del compromiso y de los lazos que se tejen en la cocina. En palabras del chef Guy Santoro: “La gastronomía es mucho más que técnica. Es una forma de honrar la memoria, de compartir lo que somos y de construir puentes que no se ven, pero se sienten”. La medalla al Mérito es un gesto simbólico y un recordatorio de que la excelencia no es fruto del azar, sino del trabajo constante, la pasión y la capacidad de transmitir. Y en eso, Guy Santoro ha dejado huella.

Sept Cinq es reconocido por décimo año consecutivo en los Wine Spectator Restaurant Awards

El restaurante de Club France celebra una década de excelencia con el Best of Award of Excellence, gracias a su destacada carta de vinos y compromiso con la cultura enológica. Redacción Vatel Magazine Sept Cinq ha sido galardonado por décimo año consecutivo en los Wine Spectator Restaurant Awards 2025, con el Best of Award of Excellence, uno de los reconocimientos más importantes a nivel mundial en el ámbito del vino y la gastronomía. El Best of Award of Excellence es una distinción que destaca a los restaurantes cuya carta de vinos ofrece una amplia y profunda selección de etiquetas, representando a las más importantes regiones vitivinícolas del mundo y a los productores más reconocidos del sector. Este reconocimiento sitúa a Sept Cinq en un nivel de referencia internacional, al demostrar un compromiso constante con la excelencia, la coherencia y la curaduría enológica que complementa su propuesta gastronómica.  “Una carta de vinos es la identidad impresa de un restaurante, y los ganadores de este año reflejan tanto un profundo conocimiento como una pasión por el descubrimiento”, expresó Marvin R. Shanken, editor de Wine Spectator, al anunciar a los galardonados. ¿Qué reconocen los Wine Spectator Restaurant Awards? Desde 1981, Wine Spectator ha entregado estos premios con el objetivo de valorar el esfuerzo y la dedicación de los restaurantes en la selección y servicio del vino. Es el único programa a nivel global enfocado exclusivamente en la oferta vinícola dentro de restaurantes. Los galardones se dividen en tres categorías: Award of Excellence: para cartas bien estructuradas, con una selección equilibrada de etiquetas de calidad, en armonía con el menú del restaurante. Best of Award of Excellence (obtenido por Sept Cinq): reconoce a establecimientos con cartas más extensas y sofisticadas, que muestran una diversidad significativa de regiones y productores líderes en el mundo del vino. Grand Award: el nivel más alto, reservado para cartas de vinos excepcionales que incluyen cosechas históricas, botellas de gran formato, una presentación impecable y un servicio experto que acompaña perfectamente al menú. Diez años construyendo una cultura del vino El reconocimiento sostenido de Sept Cinq durante una década refleja un proyecto sólido y bien definido, donde el vino no es un complemento, sino una pieza central en la experiencia del comensal. Su carta ha sido cuidadosamente diseñada para dialogar con cada platillo, explorando posibilidades de maridaje, exploración y descubrimiento. Esta distinción valida el esfuerzo de todo su equipo de sommeliers, cocina y servicio, y fortalece su posición como un referente gastronómico y enológico tanto en México como en el extranjero. Con esta décima mención consecutiva, Sept Cinq no solo celebra, sino que reafirma su compromiso con la excelencia, la innovación y el respeto por la cultura del vino.

Vendimias 2025, la fiesta del vino que no te puedes perder

¿Amas el vino o simplemente quieres vivir una experiencia diferente, auténtica y deliciosa este año? Entonces pon atención, porque Guanajuato está a punto de convertirse en el destino imperdible de todo buen sibarita. De agosto a octubre, este estado celebrará la temporada de vendimias 2025 con 14 fiestas en seis municipios, que te harán sentir y saborear verdadero espíritu de la viticultura mexicana. Araceli Calva ¿Sabes por qué es tan especial la vendimia? La vendimia no se trata solo de cosechar uvas. Es una fiesta ancestral que nació en la antigua Grecia, cuando se rendía culto a Dionisio, dios del vino, durante cinco intensos días de celebración. Hoy, ese legado se reinventa en cada viñedo, y en Guanajuato ya se preparan para celebrar esta fiesta como un homenaje a la tierra, a los sabores que nos regala y a las personas que los transforman en vinos. Por cierto, vendimia viene del latín vinea (vid) y demere (quitar), lo que literalmente significa cortar la uva del racimo para dar inicio al mágico proceso que la convertirá en vino. Y si nunca has pisado uvas, probado un vino recién embotellado o sentido la vibra de una bodega en plena fiesta… esta es tu oportunidad. Vino, gastronomía y mucha identidad En la presentación oficial de la Fiesta de la Vendimia, la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo hizo la invitación para quienes aman el vino, también para quienes todavía no lo descubren, para que se acerquen a Guanajuato y vivan esta experiencia que combina cultura, hospitalidad y sabor, porque la ruta del vino, además de deliciosa, es también un motor de desarrollo para las comunidades vinícolas y una carta de presentación para el turismo nacional e internacional. ¿Dónde serán las fiestas? Estas son solo algunas de las paradas que debes tener en tu radar: 📍 Agosto 9: Pájaro Azul, Guanamex y San Felipe 15: Festival de la Vendimia Universitaria, San Miguel de Allende 16: El Paraíso, Dolores Hidalgo 23: San Bernardino, Dolores Hidalgo 30: San Miguel, Comonfort 📍 Septiembre 6: Tierra de Luz, León 6: San José Lavista, San Miguel de Allende 15: Toyan, San Miguel de Allende 20: Los Arcángeles, Dolores Hidalgo 📍 Octubre 4: Santa Catalina 11: Gamar, Dolores Hidalgo 18: Museo del Vino, Silao Y no te pierdas la Cuarta Fiesta del Vino en Dolores Hidalgo el 9 y 10 de agosto, ¡una celebración épica que reúne a todos! ¿Por qué ir? Porque el vino se vive con todos los sentidos. Desde la textura de la tierra hasta el color en la copa, cada cata, maridaje, charla con el enólogo o paseo por los viñedos es una experiencia que te conecta con la historia y la pasión de quienes hacen del vino un arte. Y porque Guanajuato está proyectándose como sede internacional: en 2026 celebrará el Día Internacional del Sommelier y en 2027 podría ser anfitrión del Spirits Selection by CMB, uno de los concursos de bebidas más importantes del planeta. Así que ya lo sabes… Haz espacio en tu agenda y en tu corazón para una escapada al Bajío. Guanajuato te espera con copa en mano, música en el aire y el sabor de una vendimia que se convertirá en recuerdo inolvidable.

Lo Gourmet también es cosa de niños

Este Verano, US Meat lanza la segunda edición de su campaña,Kids Delights, una sabrosa y divertida campaña en la que 12 restaurantes top de la CDMX, se unen para demostrar que los niños también tienen paladar gourmet. Expertos estiman que para el 2035, más de la mitad de la niñez mexicana vivirá con exceso de peso. Redacción Vatel Magazine En restaurantes como Chapulín, Galea, Parrilla Paraíso, The Palm y Tamales Madre, entre otros, los pequeños foodies podrán disfrutar de platos deliciosos y balanceados, gracias a la campaña que US Meat lanzó el año pasado con gran aceptación, y que en este 2025 vuelve a implementar con grandes expectativas. Esta iniciativa promueve menús originales, saludables y creativos, compuestos por proteína animal, vegetales y mucho sazón, para que los niños coman sanamente y se diviertan. Esta campaña se llevará a cabo del 21 de junio al 20 de julio, periodo en el que los chefs participantes presentarán propuestas inspiradas en los sabores de su infancia, elaboradas con ingredientes de primera calidad y un toque de imaginación. La idea es que los niños descubran, en estas vacaciones de verano, el placer de comer bien mientras desarrollan un paladar gourmet desde temprana edad. Es por eso que la U.S. Meat Export Federation (USMEF) convocó a reconocidos chefs de la escena culinaria en la Ciudad de México, para crear platillos que combinen sabor, nutrición y recuerdos. Restaurantes que participan: Lo que te puedes encontrar en los menús de Kids Delights: LA OBESIDAD NO DEBE SER COSA DE NIñOS De acuerdo con datos de la UNICEF, México enfrenta una crisis de salud pública, ya que entre 1990 y 2023, la obesidad y el sobrepeso infantil aumentaron un 120%. Actualmente, 1 de cada 3 niños y niñas de 6 a 11 años presenta sobrepeso u obesidad; de mantenerse esta tendencia, se estima que para 2035 más de la mitad de la niñez mexicana vivirá con exceso de peso.“Hablar de peso saludable no es hablar de dietas ni de estándares estéticos. Se trata de asegurar que niñas y niños crezcan y se desarrollen de forma adecuada para su edad y contexto. Cada cuerpo es distinto, por eso es tan importante no comparar ni estigmatizar, sino observar y acompañar”, afirma Lorena López Cervantes, nutrióloga especializada en obesidad y comorbilidades. Por su parte, Claudia Larrauri, nutrióloga clínica y especialista en obesidad y enfermedades metabólicas, señala que “la prevención empieza mucho antes de que un niño tenga sobrepeso. Está en los hábitos del hogar, en lo que ponemos en el plato, en cuánto nos movemos, en lo que normalizamos frente a las pantallas o al momento de premiar con comida. lo más importante que podemos hacer por su salud es enseñarles con el ejemplo a relacionarse de forma positiva con su cuerpo y con los alimentos”. ¿Qué pueden hacer las familias para cuidar el peso saludable de niñas y niños? Las nutriólogas recomiendan: ● Ofrecer alimentos naturales y variados: Prioriza frutas, verduras, cereales integrales, leguminosas y proteínas magras. Evita los productos ultraprocesados, especialmente los altos en azúcares, grasas y sodio.● Establecer horarios regulares de comida: Tener tiempos definidos para desayuno, comida y cena, con uno o dos refrigerios saludables, ayuda a evitar el picoteo constante y mejora la digestión.● Fomentar el consumo de agua natural: Limita refrescos, jugos industrializados y bebidas azucaradas. El agua debe ser la principal fuente de hidratación.● Incentivar la actividad física diaria: Al menos 60 minutos al día de juego activo o ejercicio moderado a intenso. Bailar, correr, saltar o andar en bici son opciones divertidas y efectivas.● Reducir el tiempo frente a pantallas: Menos de 2 horas al día fuera del horario escolar. Es importante equilibrar entretenimiento digital con movimiento y tiempo en familia.● Realizar chequeos periódicos con profesionales de la salud: Nutriólogos, pediatras o médicos de primer contacto pueden detectar a tiempo riesgos de salud y orientar a cada familia según su contexto.● Hablar de salud sin culpas ni estigmas: Evita comentarios negativos sobre el cuerpo. Promueve la autoestima, el respeto y hábitos sanos desde el amor, no desde el juicio.Cuidar el peso de niñas y niños va mucho más allá de cifras o tallas, se trata de brindarles un entorno que favorezca su desarrollo físico, emocional y social.

Así fue la Cena de Aniversario de Au Pied De Cochon por sus 25 años en México

Con una cena inolvidable de seis tiempos, preparada por los tres chefs que han marcado la historia de Au Piedades de Cochon en México -Guy Santoro, Stéphan Thomas y Frédéric Lobjois-, este restaurante tuvo una noche memorable al celebrar un cuarto de siglo de tradición culinaria francesa en la capital mexicana. Araceli Calva El chef Guy Santoro, quien trajo su técnica francesa y su experiencia para inaugurar la cocina de Au Pied de Cochon en el año 2000, encabezó la cena en complicidad con Stéphan Thomas, actual chef ejecutivo del hotel, quien fuera su sous chef en aquellos años iniciales; y el actual chef del restaurante, Frédéric Lobjois, encargado de que la excelencia continúe en este lugar. Previo a la cena, se ofreció un cóctel con champaña Moet Chandon, en el que se reconoció a cada uno de los chefs por su valiosa aportación a la consolidación del restaurante como una referencia obligada de la cocina francesa en México. El menú de la celebración fue un festín de técnica y memoria La cena fue un despliegue de sabores clásicos, creatividad y productos de excelencia. El primer tiempo, Fraîcheur de Crabe, Tartare de Légumes Croquants, una fresca combinación de cangrejo, aguacate y vegetales crocantes con salsa de cilantro, abrió el apetito con una nota marina y herbácea. El segundo plato, Escargots en Chlorophylle, ofreció un giro verde y aromático a los tradicionales caracoles, acompañados de jitomates y hongos salteados, y para continuar, un majestuoso Filet de Saumon et Caviar Oscietre, montado con mejillones a la Villeroy, betabel y apionabo confitados, bañado en un delicado coulis de crustáceos, reafirmó la maestría del equipo en productos del mar. El plato fuerte fue un clásico reinventado: Cœur de Bœuf en Croûte Feuilletée, un corazón de filete de res en costra hojaldrada, acompañado de papas nuevas al horno, espárragos y una intensa salsa de morillas al Calvados. Una oda a la cocina francesa más tradicional, y para el toque dulce, se ofrecieron dos postres que equilibraron nostalgia y modernidad, el Traditionnel Saint-Honoré, con su base de pasta hojaldrada, choux caramelizados, crema chiboust y chantilly; y La Vie en Rose, un delicado montaje de bizcocho de almendra, trufa de vainilla, compota de frutos rojos y sorbete de frambuesa que cerró la experiencia con una nota suave. Un cuarto de siglo de savoir-faire Desde su llegada, Au Pied de Cochon ha sido más que un restaurante en la ciudad de México, ha sido un rincón de Francia en esta capital; abierto las 24 horas al día, ha sido testigo de cenas memorables, encuentros de negocios, celebraciones familiares y visitas nocturnas. Su cocina, liderada siempre por chefs franceses, ha sabido evolucionar conservando su esencia. Entre los invitados de esta noche tan especial, acompañaron en la celebración a la triada culinaria, amigos muy queridos del chef Guy Santoro y Stephan Tomas, quienes llegaron a México hace 25 años solo con la intención de abrir un restaurante, pero hicieron de este país su patria también. Celia Marín, editora de la revista Vatel Magazine, Sonia Ortiz, de la Aldea de Avándaro, el chef Sergio Camacho, presidente activo de Club Vatel México, la chef Zahie Téllez y su esposo Alberto Escobar; la actriz Altaír Jarabo y su esposo Frédéric García, estuvieron presentes en esta ceremonia, además de los representantes institucionales del hotel Presidente Intercontinental, que hace 25 años dio cabida a este restaurante. Este aniversario no solo celebra 25 años de trayectoria, también celebra una historia de trabajo, pasión y excelencia que ha construido una comunidad de comensales, y una cocina que se mantiene intocable al paso del tiempo.

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